¿Felices? Fiestas

Llegó el día, llegó el 24 de diciembre. Fecha esperada por muchos y, por otros tantos, un día más en el que sólo se busca sobrevivir… otra vez.

Vivimos una realidad moderna dónde la vecindad e inmediatez está al alcance de nuestras manos pero también, así mismo, nos encontramos desigualdades importantes entre nosotros; las personas. Claro, desigualdades en muchos sentidos: económicos, sociales, ideológicos, etc.

Lo malo es que en nos encargamos de crear o engrandecer esas desigualdades; buscamos criticar a los que no son o piensan como uno, creemos que podemos enriquecernos a costa de los demás y, en muchos casos, de una forma totalmente corrupta. Pero acá estamos, paradójicamente un 24 de diciembre esperando la navidad con lo que ésta celebración debería significar: festejar el nacimiento de Jesús en una armonía de humildad, bondad, darse a los demás, caridad, etc.

Lógicamente, el consumismo hizo de lo suyo y se encargó de desvirtuar un poco el enfoque debido a que muchos quizás estamos pensando en el regalo que tenemos que comprar, la ropa que nos vamos a poner, cómo vamos a preparar la cena y demás.

Hoy van a haber muchos hogares, familias o personas que no van a celebrar o pasar una gran noche buena – más allá de las creencias religiosas – luchando para poder llegar a fin de mes con lo concedido por el aguinaldo. Y esto sin mencionar que sólo un aproximado al 55% de nuestra población posee un trabajo formal o que el porcentaje de tasa de desocupación llegó a su índice más altos en los últimos años.

Es por esto que mi primer deseo es que todas las personas no solamente tengan paz y seguridad, sino también empleo y estabilidad social.

En éstas fechas que realizamos un análisis de lo ocurrido en el año y nos replanteamos diversas cuestiones para poder lograr una mayor satisfacción personal, buscar un crecimiento en muchos aspectos pero también, quizás, una estabilidad emocional. Y esto puede conllevar o venir junto con el deseo de algo material que tal vez nos sea innecesario pero lo queremos para ser un poco más felices. Cómo por ejemplo el último celular del mercado.

No digo que esto esté mal, pero por lo menos en éstos días busquemos la reflexión y fijémonos en el de al lado que en muchos casos su deseos para un porvenir son totalmente básicos (pero que aun así no los puede lograr en la actualidad): poder tener el pan en la mesa todos los días, lograr comprar los útiles para los chicos el próximo año lectivo…

¿Quiénes estamos equivocados, unos u otros? Pienso que todos necesitamos reconducir nuestra vida y mejorarla humanizándonos, pensando y ayudando a los demás lo que nos daría una mayor felicidad que es a lo que tendemos (no es más rico ni más feliz el que más tiene, sino el que menos necesita).

Termino con una frase de un ex presidente Argentino: “La navidad debe ser mucho más que una hermosa reunión de familia, mucho más que una tarjeta de felicitación; debe ser una mano tendida a los humildes, a los que no tienen consuelo, a los que luchan para solucionar problemas tremendos de pobreza y de miseria.” Raúl Alfonsín.

Es mi deseo que pasen una hermosa noche buena y reciban la navidad rodeados del afecto familiar o de los amigos pero así también los insto a la reflexión de lo que realmente representa la navidad, lo demás… lo demás importa poco. ¡Salud!

Maxi Mosdien
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