La central nuclear ucraniana de Zaporizhzhia, actualmente en manos rusas, estuvo al filo de un desastre nuclear durante la noche debido a un apagón total causado por el corte en el suministro eléctrico. La empresa operadora, Energoatom, informó que dos líneas eléctricas que alimentaban la central quedaron cortadas, una de ellas debido a un ataque aéreo.

Aunque el suministro eléctrico se restableció horas después, el incidente puso en peligro el funcionamiento adecuado de la central, llegando incluso a situarla “al borde del accidente nuclear y de radiación”, según Energoatom. El presidente de la empresa estatal, Petro Kotin, acusó a las fuerzas de ocupación rusas de no preocuparse por la seguridad de la central y advirtió sobre posibles situaciones peligrosas y chantajes.

El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) señaló que este fue el octavo corte de corriente desde el inicio de la invasión rusa en febrero de 2022. La central se vio temporalmente privada de electricidad durante la noche, aumentando la preocupación sobre la seguridad nuclear en la región.

En respuesta a la escalada de tensiones, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, llamó a acelerar la construcción de fortificaciones en diferentes frentes para frenar el avance ruso. Mientras tanto, el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, afirmó que las fuerzas rusas mejoran sus posiciones en todos los sectores del frente, destacando la efectividad de la táctica rusa en el campo de batalla.

La situación en Ucrania continúa siendo motivo de preocupación a nivel internacional, con el riesgo de un desastre nuclear sumándose a las tensiones ya existentes en la región.