El último “Día de los trabajadores” con el macrismo en el poder

El primero de mayo de 2019 será recordado como el último “Día de los trabajadores” con el macrismo en el poder, y no lo celebramos, lo afirmamos desde una reivindicación contra el neoliberalismo y el sujeto político que la derecha argentina supo concebir: el macrismo.

En las catacumbas de la oligarquía se tejió una alianza de poder que dispuso a Mauricio Macri como el representante mejor concebido para gobernar su proyecto de Argentina. Con las mismas consignas de la derecha que puso al país en manos de Martínez de Hoz y Domingo Felipe Cavallo. Cambiemos es la suma híbrida de los componentes más jodidos de la sociedad represiva, conservadora y reaccionaria que convive con los otros modelos de sociedad que deambulan en la Patria. Y es fundamental que esto se pueda comprender en detalle, la democracia dirime posiciones sociales con marcados avances y retrocesos, que se representan en proyectos de país con un único sujeto de cambio, el Pueblo.

El retroceso en números podría representar para la clase trabajadora un descenso equiparable al año 2002, en criollo retrocedimos 16 años en términos salariales. Esto significa un 16% menos en 3 años, y en el norte del país un 20%. Y para tener un dato a mano la inflación acumulada con el gobierno neoliberal de Macri es superior al 150%, record equiparado al gobierno de Alfonsín. Se perdieron 192.000 puestos de empleo. Las actividades más afectadas fueron la industria, el comercio y la construcción, con un desplome de 61.000, 36.300 y 13.600 puestos, respectivamente.

La lucha por una Argentina con trabajo trasciende al peronismo, pero sin lugar a dudas encuentra apartados de la historia donde progresamos comparativamente notoriamente. En efecto, los gobiernos peronistas representan derechos ampliados, más poder al Pueblo. Desde el acceso a las universidades, hasta un incremento del 50% para el trabajo de forma distribuida equitativamente y otro 50% al capital de los patrones. Más el aguinaldo, las vacaciones pagas, la jornada de 8 horas o el fortalecimiento de los sindicatos y las centrales obreras. Poder al pueblo, el peronismo no solamente constituyó un modelo económico con fuerte presencia del Estado en el mercado, sino que además propició condiciones para organizar a la comunidad obrera en una perspectiva de justicia, esa identidad que forja un liderazgo como el de Juan Domingo Perón, Eva Duarte, Néstor Kirchner y Cristina Fernández.

Es por esto que la tarea en tiempos de definiciones, como los que vivimos, es dar la batalla cultural, poner las ideas por sobre la fuerza. Volver una pedagogía política que nos permita conversar en nuestros ámbitos de trabajo, no solamente para que muchos trabajadores vuelvan a votar al peronismo, sino para que comprendan que en neoliberalismo es Macri y con ese sistema no hay lugar para el trabajo, los trabajadores y trabajadoras, y mucho menos para una economía productiva. Parece casi una invitación a discutir lo obvio, es ni más ni menos que eso. Y la cereza del postre es lo que Fondo Monetario Internacional le pide a Macri: 

  • Congelamiento de la contratación de empleados públicos, eliminación de regímenes especiales de jubilaciones y nueva reforma previsional. Esto incluye que se dejaran de actualizar jubilaciones, pensiones y asignaciones por la recaudación tributaria, y sólo se ataran a la inflación, además de restringir la pensión universal por vejez, que beneficia a quienes no aportaron lo suficiente, al 30% de la población más pobre, también recomienda recrear las AFJP, a las que iría destinado parte del aporte de los trabajadores (el resto seguiría yendo al Estado). Además, el Fondo promueve elevar la edad jubilatoria de las mujeres de 60 a 65 años, de modo de igualarla con la de los varones.
  • Reducción de planes sociales. Unificación de programas y actualización de los beneficios por la inflación futura, y no la pasada, como hasta ahora. Se supone que los precios irán bajando y esto implicará un menor aumento de las ayudas. Que más personas paguen el impuesto a las ganancias. En la actualidad lo abona el 10% de los argentinos. El FMI reclama que lo tribute el 20%. Que menos empleados formales reciban las asignaciones familiares.

-Reforma laboral. Agilizar y abaratar el despido, fomentar el empleo temporario y a tiempo parcial y limitar la negociación colectiva de trabajo es la receta que explicitó el FMI. Reducción de barreras proteccionistas. El Fondo advierte que continúan 1.600 licencias contra importaciones de productos y que los aranceles del Mercosur triplican el promedio de países emergentes. Apertura de sectores a la inversión extranjera. El organismo señala que existe un trato discriminatorio para el ingreso de empresas foráneas en algunos sectores, ya sea en beneficio de compañías estatales o de firmas privadas argentinas.

Por estas razones, el Pueblo hará un acto de profunda conciencia política. Sin celebrar que vivimos en un país donde falta trabajo y se excluyen todos los días a más trabajadores y trabajadoras, pero reivindicando la memoria obrera y la esperanza de vivir en una Argentina para los argentinos y las argentinas. Como dice el antiguo apotegma del general Perón, la cuarta verdad entre las 20 verdades peronistas: “No existe para el peronismo más que una sola clase de hombres (y mujeres): los que trabajan.”.

Rodrigo Ocampo

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