Ranchar y rimar en el Norte Argentino

Cuando alguien menciona la cultura hip-hop, la primera asociación geográfica no es argentina, y mucho menos cercana a Chaco o Corrientes. Pero el fenómeno que resurgió con el Wos y Dozer a nivel nacional también tiene sus representantes locales, y hoy conoceremos a uno de ellos.

Rapea y su nombre es Gonzalo, pero ahora se hace llamar UCK Sei-one. Sei-one es como un nuevo nombre y UCK viene a ser un apellido de su familia alternativa, de su “crew”: Unión Corrientes Krew. La Plaza Torrent es donde nació su pasión y actual motivo de sueños. En un par de horas eliminó los estereotipos y dio cátedra sobre la cultura en la que se sumergió desde hace ya algunos años.

Su historia en el ambiente del hip hop comenzó hace aproximadamente seis años, cuando empezaron a hacer freestyle junto a sus amigos de la secundaria. En ese momento, Gonzalo no sabía que esos compañeros casi accidentales de la Escuela Normal Dr. Juan Pujol se transformarían años después en su krew. Primero se juntó con Tunchi y Gbeef, después con Gastu y de a poco se formaría un gran grupo de “brothers”. Tal vez en la cultura hip hop (“hache hache” o “doble h” según Gonzalo) es donde más circulan términos anglosajones, pero decirle “hermano” tiene mucha carga simbólica.

La rutina cotidiana de la naciente pandilla tenía su paso obligado por la plaza Torrent, entre Catamarca y Belgrano, donde se juntaban a tirar rimas mientras la gente los miraba con una mezcla de desprecio y sorpresa. Gonza reconoce hoy que el nivel de hip hop no era el ideal para transmitir correctamente los mensajes que querían, como hacen hoy.

Una GoPro prestada sirve a Gonza de registro de sus últimas presentaciones. Su celular es su libreta de anotaciones: “Si lo pierdo, pierdo todo”.

Hoy el género está pegando por todos lados, gracias a la aparición viral del trap, el subgénero popularizado por Duki y Bad Bunny en español, pero previamente explotado por Migos y Drake, entre otros, en inglés. Al recorrer los últimos hits musicales latinoamericanos, podemos encontrar trapperos en las listas desde hace dos o tres años; en cambio el hip hop es más antiguo y se diferencia mucho del estilo tendencia. Sei-one saca cuentas y afirma que su camada fue la última que entró con la onda del hip hop, cuyos valores son “la lealtad, la unión, la hermandad, y se trata de ayudarse entre personas que luchan por derechos que tienen las mejores intenciones de empujar en la misma dirección que sus hermanos”.

Le atrae más el rap que trata sobre salvar al barrio, salvar la familia. Se expresan mediante el rap como cualquier otra persona a través de canales diferentes. “En mis letras intento plasmar mis errores, mi historia y la pseudo-enseñanza de por qué el que escucha no tiene que hacer el mismo camino. Hay letras que son más directas en cuanto a reclamos, luchas, pero también hay letras románticas y eso. Hay que cuidar y no desvirtuar la armonía de la voz, la letra, el timbre, la pista por hacer a valer a uno sólo de estos detalles”, explica Gonzalo, que asegura que aún en Corrientes hay artistas materialistas que apagan a otros colegas y que eso daña al arte en general.

Lograron cambiar esa mueca de desprecio en los espectadores de sus rimas callejeras, porque ahora los interrumpen para pedirles dedicatorias, letras para regalar o fotos. “La gente entiende que yo no finjo lo que hago. Sé que tengo las posibilidades para hacer música más comercial, que venda más, pero eso sería desesperarme. La música que yo siento y la satisfacción de hacer un tema mío, no lo cambio por nada” dice Gonza y se auto interrumpe para mostrarnos unas líneas de un tema propio escrito a principio de año:

“Jamás mostraría algo ajeno a mi cabeza

el h-h te da un platillo y un lugar en la mesa…”

En los últimos meses. Sei-one además formó parte de 4ja producciones. Las productoras son, para ellos, “grupos de artistas determinados. Para una productora los artistas son solistas” y la participación tiene razones comerciales de crecimiento y producción de contenido de calidad, además de que la búsqueda de oportunidades se hace más liviana al hacerla entre varios. “El hip hop es una gran alianza y va más allá del dinero, hay que saber jugar bien las cartas. Tiene que ver mucho el destino y qué tanto te lo merezcas a partir de tu mérito”.

HIP HOP PARA PRINCIPIANTES

Gonzalo explicó algunos detalles básicos. Los cuatro pilares fundamentales son el DJ, el breaker, el MC y el graffitero. El DJ es tal vez el integrante con el que más familiarizados estamos, sin importar cuánto conocemos de hip hop. Es aquel que se encarga de pasar música en vivo, tirando pistas para la interpretación de un MC. MC, que es la abreviación para “Maestro de Ceremonias”, una alusión histórica al rapero que antes se encargaba de animar las fiestas de principio a fin. Hoy solamente presentan un show o hacen una batalla. El breaker es quien baila break dance y el graffitero es el vándalo que deja plasmado los nombres de la crew en la vía pública. Esta última figura solía ser la más reservada pero hoy el graffiti está muy aceptado y se considera como una forma más de muralismo.

Además de esos cuatro pilares, hay otros cinco elementos importantes que conforman la cultura: el beat box, la moda callejera, el lenguaje callejero, la sabiduría callejera y el emprendimiento callejero. Sobre la moda explicó que aunque se refiera a la tendencia vieja de vestirse con pantalones anchos y remeras grandes, el hip hop es un ambiente que acepta a cualquiera que tenga interés en conocer, en aprender del género y su historia. No cualquiera se enamora del hip hop, y “ese enamoramiento puede llevar muchos años en los que se suceden las primeras rimas, las primeras trabadas, la primera competencia, la primera ronda perdida, el primer cuarto y la primer final, perder, sacar temas, ir a los primeros eventos… cada uno tiene su historia también, y aunque tenga distintas secuencias, es hermosa“.

En cuanto al emprendimiento callejero, explicó que consiste en saber moverse en la calle. Al igual que en otras áreas artísticas, en el hip hop se puede emprender y trabajar de forma autogestiva. Según Sei-one “se puede vivir el arte pero hay que trabajar mucho y bien. Requiere de muchos años y aprovechar bien las oportunidades. Perdí mucho tiempo pensando que es un juego. Tuve muchas malas actitudes como persona. El rap me enseñó a caer y levantarme, me dio autocrítica. Lo único que me reprocho es haber perdido tiempo. También es muy importante la autoexigencia, llevarle siempre algo de calidad, algo innovador a los que te escuchan: si no le das algo bueno, le faltas el respeto”.

Nuestra sociedad es un lugar hostil para los proyectos personales y más si no consideramos a alguien merecedor de logros desde una vara meritocrática. Gonzalo/Sei-one tiene muchas metas. Algunas a corto plazo, otras a largo, pero es un joven con sueños que lo mueven a trabajar por sus ideales. Pronto el hip hop no transmitirá prejuicios en nuestra sociedad y será gracias a la lucha de pibes como él, que ranchando con sus brothers logra desprender tabúes. Lejos quedará aquel preconcepto del rapero como parte de una pandilla vandálica a quien no le importa “el bien”, sus verdaderas actitudes demuestran que no todos los valores buenos de la cultura pasan por lo comercial, lo oficial o lo políticamente correcto.

Joel Abdula
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