Chaco ambidiestro político

Los sucesos políticos del mundo como la asunción de Donald Trump en EE.UU, la victoria de Jair Bolsonaro en Brasil y la de López Obrador en México han puesto relevancia en la discusión sobre el antagonismo “Izquierda y Derecha” en Latinoamérica.

Pero ¿en qué corriente podríamos a encasillar al Chaco? ¿Dentro de una tendencia izquierdista que garantice la igualdad de posibilidades y la distribución de bienes y servicios básicos? ¿O una inclinación hacia el achicamiento del Estado, el fomento al mérito y el conservadurismo?

En los hechos vemos una extraña combinación. Tenemos salud y educación pública garantizada. Existe una serie de subsidios y ayudas (plan de viviendas, asignaciones, etc.) a sectores de bajos recursos entre otras medidas.

Pero cabe replantearse, el sistema educativo y de salud se encuentran colapsados. Estamos siendo testigos de los negociados que existieron detrás de los planes de vivienda para aborígenes que han llevado a la prisión preventiva del intendente de Castelli, Alberto Nievas. Las empresas Sameep y Secheep han trasladado sus déficits a los usuarios, golpeando el poder adquisitivo de los chaqueños. El Gobierno Provincial se ha superpoblado y absorbe una gran porción de las arcas estatales (coparticipación).

Las promesas incumplidas y los casos de corrupción (causas Lavado I, II y III) aumentan la desconfianza y el malestar. Los movimientos “piqueteros” realizan cortes de calles y rutas periódicamente en reclamo a medidas tanto del Gobierno Nacional como Provincial. Esto a su vez ha hecho reaparecer a un polémico personaje conocido: Juan Carlos Bacileff Ivanoff.

La breve gestión (11/2013 – 2/2015) de “Chiyo” (apodo con el que se conoce) se caracterizó por el sorpresivo antagonismo que marcó con Jorge Capitanich (compañero de fórmula en sus dos mandatos) a quien reemplazaba en la gobernación. Y más notoriamente reconocido por la represión a movimientos sociales en la Plaza 25 de Mayo en febrero de 2014.

El estilo de mano dura de Bacileff Ivanoff no fue tomado a mal por la clase media chaqueña. Le declaró la guerra a los movimientos sociales a los que su mismo Frente había incentivado pero también a sus pares del Gobierno, acusándolos de financiar a los piqueteros con la plata de todos los chaqueños. Este cuasi bienio representa un antecedente cercano de un drástico viraje político en la Provincia, de izquierda a derecha.

La llegada al poder de Macri tampoco puede ser aislada de esta discusión. Su asunción puso fin a 12 años a un gobierno autoproclamado como Nacional y Popular. La victoria  de Cambiemos y sus medidas gubernamentales siempre han sido presentadas y sustentadas (por lo menos discursivamente) por la corrupción y el despilfarro de la gestión anterior.

Por ende cuando las falencias del modelo distributivo aparecen, cuando el dinero escasea o se desvía a arcas particulares, es cuando se acrecienta el descontento y el deseo de un cambio. Aunque no se debe desestimar que pese a estas falencias, en las últimas elecciones municipales en Villa Rio Bermejito y Colonia Benítez el Frente Chaco Merece Más y su aliado el NEPAR han reafirmado su autoridad.

Por ende ¿El 2019 nos presentará un giro hacia la derecha en la que el Estado empezará a achicarse? ¿O un refuerzo al sistema ya vigente? ¿Habrá un “voto castigo” inspirado en los casos de corrupción y los desmanejos institucionales que ensucian al gobierno de Domingo Peppo o un “voto bronca” ante las medidas impopulares del gobierno nacional? En el ámbito netamente electoral, esto dependerá en gran parte de los candidatos que se presenten en la contienda y sus perfiles.

Lo netamente tangible es que mantener el Estado de Bienestar en el Chaco se vuelve cada vez más inviable. El Frente Chaco Merece Más lejos de buscar una solución parece querer reproducirlo y “estirarlo hasta las últimas consecuencias” enarbolando la bandera de la “Justicia Social”. La repartición de puestos y contratos así como la falta de control demostrada por los casos de corrupción, hacen necesario un replanteamiento del viciado sistema. El modelo redistributivo se tornó en un populismo que lentamente se queda sin fondos e inevitablemente se enfila al colapso. Cuando eso ocurra ¿saldremos por izquierda o por derecha?

Facundo Garcia
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