El viernes 21 de Agosto tuve la oportunidad (por la que estoy agradecido a Maxi Mosdien director de este espacio) de representar a UnbrokenPolitic en el conversatorio organizado por RELOP (Red Latinoamericana de Opinión Pública) para discutir el libro “Sopa de Wuhan “(una compilación de textos seleccionados por el profesor de la UNLP de comunicación Pablo Amadeo) en conjunto con otros panelistas como Eynar Rosso (de Aula Abierta), Mauricio Zarate (de Cronistas Latinoamericanos) , además de Nicolás Tolosa y José Hernández (como moderador) de Revista Hegemonikon.
Intentare dejar en los siguientes párrafos algunas impresiones sobre el libro, la discusión en el conversatorio y el contexto actual (pandémico que genero todo este dialogo) para la reflexión estratégica.
El libro en general como acordamos con los otros panelistas, lamentablemente no tiene demasiada relevancia sustancial, practica, intelectual y/o estratégica, y se pierde en muchos casos en desvaríos de los autores, que muchas veces usan al Covid-19 para reforzar sus propios argumentos anteriores a la pandemia, en vez de usarlo como un hecho para constatar sus visiones o reformularlas, o incluso crear nuevas. En resumen hay mucho más expresión de deseo en la mayoría de los artículos del libro y sus “análisis” que una reflexión profunda que permita sacar nuevas conclusiones y acciones prácticas.
- Pero obviemos eso y usemos de excusa el libro para discutir de forma más constructiva los temas de coyuntura como los de fondo
A excepción de esa tendencia los casos que encontré personalmente muy interesantes son las perspectivas que emanan de los análisis del filósofo coreano Byul Chun Han (la emergencia viral y el mundo de mañana) y del analista internacional uruguayo Raul Zibechi (a las puertas de un nuevo orden mundial). Ambos logran trazar, de forma satisfactoria, las características del contexto actual global y de un hipotético futuro en un escenario pospandemia. Ambos concuerdan (y no son pocos otros grandes pensadores, analistas y otro tipo de espacios que adhieren) que la pandemia (tal vez no causante, pero si detonante) es un punto de quiebre, una crisis del orden que conocíamos a distinto nivel.
- La crisis es el padecimiento al momento de la transición de un orden a otro (Cuando lo viejo no termina de morir, y lo nuevo no termina de nacer, dirían algunos en términos gramscianos) ese interregno incierto donde pasan cosas angustiantes. Han y Zibechi análisis hacen un gran análisis donde describen como la pandemia y su after, implican una crisis.
Chul Han lo hace más bien a nivel ontológico, desde los sujetos y las sociedades donde estos se desenvuelven, desde los marcos conceptuales que él emplea para darle un marco a la existencia (pos) moderna como lo son: la sociedad del cansancio, y la sociedad del rendimiento (sociedades, individualistas, narcisistas, superficiales, consumistas, hedonistas y de auto-explotación dedicadas a vender ilusiones)
Para finalizar en un sentido más político (y geopolítico) Han marca la actual crisis de la Union Europea (que se mostró como un ente ineficaz para dirigir la cooperación intra-europea, especialmente en estos últimos tiempos dramáticos) así como la crisis de la concepción del modelo del Estado soberano westfaliano clásico, donde Han señala de forma sagaz que la soberanía hoy en día, es una soberanía 2.0; una en la cual las entidades estatales soberanas serán aquellas que dispongan de dominio, rastreo sobre sus propios datos.
Luego de una crítica a Zizek (que
sostiene que el Covid-19 es un golpe letal al capitalismo) Han indica que
el virus no
será una amenaza para la estructura del capitalismo
en general, ya que
el virus nos obliga a recluirnos y
atomizarnos, nos fragmenta, nos individualiza aún más, en el distanciamiento
todos entramos en un sentido en un “modo
de supervivencia”, sostiene él que ningún cambio social relevante será
llevado a cabo sin un sentimiento colectivo, que se dificulta en medio de una
pandemia, donde el contacto con el otro
pasa ser una amenaza. Por ultimo Han hace un llamado a que la pospandemia
genere una verdadera revolución humana,
que nos una para restringir
las capacidades
destructivas que hemos llevado a cabo.
Zibechi analiza de forma interesante a nivel internacional, las implicaciones geopolíticas (crisis del unipolarismo y hegemonía norteamericano , el atlantismo, el ascenso de China), geoeconómicas (la crisis del neoliberalismo, el avance de Asia) de la pandemia. Tendencias que eran latentes, pero que la pandemia como detonante vino a cristalizar. Según él, en la crisis actual del sistema internacional, el Covid-19 ha sido un acelerador de los tiempos históricos, el mundo vive una crisis estructural, mientras se conforman los nuevos patrones de un todavía nuevo orden mundial en formación, con una nueva globalización de un perfil más pos (neo) liberal, más regionalista y más asiática.
Han y Zibechi están de acuerdo en que el modelo asiático de gobernanza (incluso una invasiva vigilancia digital de datos) junto con la idiosincrasia de sociedades tradicionalmente disciplinadas prueban ser una ventaja sobre occidente. Estos factores nos indican de hecho, que este tipo de sociedades tendrán la ventaja, al tener más resilencia y cohesión frente a un mundo en constante agitación, como es el globalizado en el que vivimos.
Un panelista critico estas visiones y señalo que los autores obvian los casos de países democráticos y occidentales con buenos resultados frente a la pandemia como Republica Checa, Nueva Zelanda y Uruguay, si bien eso es cierto, la evaluación de la performance de los países democráticos contra el coronavirus no será el objeto de este escrito.
Con las reflexiones de estos autores se podría responder de forma “satisfactoria” la principal pregunta del conversatorio:
¿Cambiara la pandemia Covid-19 al mundo?
En la lógica estatal la pandemia podría tener 2 resultados claros:
- Al interior del Estado su consolidación o necesidad de consolidar su rol (reforma) en todos los niveles, mayor participación y efectividad en los distintos ámbitos sociales.
- En el sistema inter-estatal mundial, la consolidación de Asia como el principal y más dinámico escenario global.
La lógica racional (recordando que no siempre es la tendencia que prevalece en la mentalidad y conducta humana) nos indicaría que el mundo no será el mismo luego de la pandemia, y que los gobiernos que no puedan reconocer estos cambios y actuar en consecuencia, sufrirán grandes consecuencias.
Esperemos que no haga falta otra pandemia que haga de cruel pedagogo (en palabras del pensador Boaventura Santos) para tomar consciencia de los cambios que debemos comprender y emprender. Para finalizar sería pertinente también citar al pensador John Gray que sostiene:
“Para aquellos de nosotros que no estamos en la línea del frente, la tarea que nos ocupa es despejar la mente y pensar cómo vivir en un mundo alterado.”
NOTAS
[1] de todos modos es interesante la idea del pensador esloveno acerca de que la pandemia nos obliga a pensar un mundo distinto.
[2] la pandemia es un momento donde paradójicamente la construcción de la solidaridad, de lo comunitario es mantenernos separados.
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