Espacios públicos y espacios verdes: De todos y de nadie

“La plaza de Mayo…  bien arbolada, con esbeltas palmeras… Las calles parecen bulevares por lo anchas. Pero desprovistas de árboles salvo frente a algunas casas, cuando todo parecería indicar que, aquí, como en ninguna otra parte, sería fácil vivir entre árboles y pájaros…”. (*)

Con la frase citada, hace más de 100 años, describía en sus crónicas a la ciudad de Resistencia un periodista correntino. ¿Vale esta descripción para el contexto actual?

Las ciudades son escenarios en los cuales se desenvuelven las sociedades en constante cambio. Esos cambios tienen influencia directa sobre el uso de los espacios públicos y los espacios verdes de uso público.

La sociedad latinoamericana, en general, se caracteriza por las relaciones entre las personas y su necesidad de contar con espacios comunes para recrearse, expresar ideas, exponer arte, manifestarse y practicar actividades deportivas.

Pero además, la vegetación aporta beneficios para mejorar la calidad del ambiente a través del aporte de oxígeno, la absorción de gases de combustión, la infiltración del agua en el suelo, como regulador de vientos, lluvias y ruidos y, por supuesto su estética.

Según la Organización Mundial de la Salud, deberíamos disponer de un mínimo de 10 metros cuadrados por habitante de espacio verde.

Resistencia posee aproximadamente 7 metros cuadrados de espacio verde por habitante, distribuida en forma dispersa sobre la trama de la ciudad, esto comparado con los estándares de Espacios Verdes señalados por la OMS, indica un déficit. (**)

Pero no solo es una cuestión de cantidad, sino de calidad de los espacios, que deben estar provistos de un adecuado diseño urbano, con equipamiento e infraestructura pertinentes al rol que cumplen.

El espacio verde público es un concepto más amplio que el de plaza, parque o espacio abierto, es el lugar donde realizamos la mayor parte de las prácticas sociales y manifestaciones culturales. Desde concursos y expresiones artísticas, reuniones sociales y encuentros casuales, hasta manifestaciones masivas de admiración como de protesta y rechazo.

El término espacio públicorefleja una cuestión de propiedad. Lo que es público se contrapone a lo que es privado; y alli es donde, se genera la falsa idea “lo que es de todos es de nadie”. ¿Acaso cuándo vamos a la casa de un familiar o amigo, tiramos papeles en el piso o rayamos las paredes?

¿O en nuestra propia casa?, NO, porque sabemos que nos pertenecen. ¿Entonces porque no tenemos el mismo comportamiento cuando vamos a un espacio público si estos también nos pertenecen?

Es por eso que debemos valorarlos, cuidarlos y preservarlos. Generar conciencia colectiva y sentido de pertenencia en los ciudadanos, dejar de delegar o transferir responsabilidades a otros, y exigir que estos espacios sean tema de agenda para los sectores de responsabilidad política y ciudadana.

Si bien estamos lejos del ideal en lo que refiere al mantenimiento y cuidado de espacios públicos y espacios verdes, también es cierto que en los últimos años parte de la sociedad se ha ido concientizando a partir de la educación familiar, la educación sistemática (jardines, escuelas, universidades) y la gran influencia de las redes sociales utilizadas para un bien común, donde podemos aprovechar su poder de difusión para compartir buenos actos o denunciar malos hábitos.

Como ejemplo podemos tomar la iniciativa de páginas en Facebook a fines de mejorar el cuidado y ambiente de la ciudad: “Ambiente Resistencia”, “Arboles Urbanos” o “Mi Ciudad más limpia y ordenada”, por citar algunas.

Tambien fue evidente la participación de cientos de Resistencianos a través de las redes, compartiendo fotos y postales, orgullosos del colorido de los lapachos, jacarandas, chivatos, entre otras especies, actos que reflejan el creciente interés y valoración al aporte de los árboles.

A lo anterior, podemos sumar algunas acciones por parte del municipio en los últimos años, las cuales consisten en el mantenimiento y plantación de nuevos árboles, bajo el lema “la gestión del arbolado urbano es una política de estado”. (***)

La importancia de los Espacios Verdes Públicos para la ciudad y para la gente, sus características históricas que los hacen patrimonio de la sociedad, los convierten en los más aptos para la práctica de una Gestión Participativa.

Las acciones tendientes a concretar la construcción de un sistema estructurado de espacios verdes públicos deben partir del conocimiento del tema y la determinación de no saturar la ciudad de edificación, sin contemplar antes la necesidad de un equilibrio entre lo construido y lo natural, para beneficio de los ciudadanos de hoy, pero también para las generaciones futuras, y entender al fin que los espacios verdes públicos son DE TODOS Y NO DE NADIE.

(*) DOS DESCRIPCIONES DE RESISTENCIA A PRINCIPIOS DEL SIGLO XX. Alberto A. Ribera.

     LOS CAMINOS DE ACCESO A RESISTENCIA. Marta Sánchez De Larramendy.

(**) ESPACIOS PUBLICOS + VACIOS URBANOS. HACIA LA OPTIMIZACION DE NUESTRAS CIUDADES.

Arq. Mgter. María José Roibon.

(***) El plan del municipio contempla que sean los vecinos quienes soliciten intervención de un profesional para llevar a cabo una poda, extracción o plantación de nuevos ejemplares, y que todo acto sin previa autorización, será penada con multas establecidas en el código de faltas de la ciudad de Resistencia.

Además se puso a disposición de los ciudadanos el número 0800 555 5055, para que puedan realizarse allí las denuncias o pedidos.

Destacamos la importancia de la reciente aprobación del código ambiental por parte del consejo municipal de la ciudad, como también la necesidad de su pronta aplicación y constitución de los institutos que se requieren para ponerlo en marcha.

(Artículo elaborado con la colaboración de Franco G. Pietto, Arquitecto).

Hugo Maldonado

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