Realmente todos

El pasado martes, mientras a nivel nacional todo el plexo político se desestabilizaba ante el cimbronazo que significó la anunciación de la fórmula Macri – Pichetto; en la provincia y a través de un noticiero oficialista, uno de los periodistas más reconocidos del NEA hablaba en su editorial de que “la UCR del Chaco dio cátedra de política”. En esa oración sintetizaban quienes de alguna manera son portavoces del gobierno, la presentación de la fórmula puramente radical del Frente Chaco Somos Todos, conformada por Carim Peche (57) y Alicia Azula (61) que había tenido lugar en horas de la mañana de ese mismo día en Resistencia.

El frente que constituyó la UCR junto a otros partidos políticos y movimientos sociales chaqueños, tiene un condimento especial muy importante: la efectiva ampliación de lo que hasta el momento se conocía como Cambiemos. Eso, sumado a una fórmula con paridad de género, integrada por dos referentes de renombre y que hasta hace una semana atrás se expresaban en los medios y los comités con exactamente las mismas aspiraciones, habla de la amplitud de criterio político, de la apertura comunicacional y sobre todo, de la preservación de las instituciones y la priorización del bienestar colectivo sobre el personal. En este sentido quiero reconocer públicamente a la señora Alicia Azula, quien declinó su principal y válida aspiración entendiendo que si bien las internas pueden fortalecernos partidariamente; la unidad puede otorgarnos competitividad electoral en una provincia cooptada por el asistencialismo y los grandes aparatos de gobierno.

Decir “Chaco Somos Todos” conlleva una responsabilidad, el compromiso de hacer que realmente todos los chaqueños más allá de sus posiciones económicas, niveles académicos, credos o ideologías, se identifiquen con este espacio que nace a la luz de una provincia que nos necesita más que nunca unidos en la lucha por superarnos. Hace un tiempo atrás, en una entrevista concedida a “El Correligionario” hablé de la imperiosa necesidad que tuvo la Argentina en 2015 de emular una suerte de Pacto de la Moncloa, que pueda homogeneizar las fuerzas políticas opositoras para que fuera factible un modelo de alternancia al Kirchnerismo, la matriz quizás más corrupta y hostigadora que se enquistó en este país luego de la vuelta de la democracia. Hoy me es indispensable decir que en Chaco pasa exactamente lo mismo: necesitamos de este espacio donde todas las líneas de pensamiento podamos confluir y sellar ese pacto social que de manera urgente la situación nos exige.

A decir verdad, creo que en nuestra provincia, por el nivel de despotismo e impunidad con el que se manejan los funcionarios de turno (desde el mismísimo gobernador y hasta el último escalafón del gobierno pejotista), no podemos ser modelo de alternancia si nos reducimos solamente a nuestro partido. No considero que estén dadas las condiciones para que la UCR encabece una marcha sola, siendo la coyuntura tan compleja en los tiempos que corren. Celebro por esto, la benevolencia de todos los líderes y actores políticos, sociales e incluso espirituales que bregando por un gobierno de transparencia y honestidad, se han decidido a formar parte de este nuevo frente provincial que nos convoca y nos converge. Como aliancista confeso, creo firmemente en que debemos priorizar la capacidad de las personas de bien, puesto que compartan o no ideología, el fin es el mismo: mejorar y progresar. Ya nos pedía Alfonsín, en tiempos más obscuros, bajar la banderita partidaria para que encabece la marcha la bandera de todos.

Chaco no ha visto gobierno progresista como el de 1995 y subsiguientes. El radicalismo y sus socios durante el período del conocido y hoy añorado “Frente de Todos”, fue un gobierno constructor de futuro que cimentó las bases sobre las que luego tanto Capitanich como Peppo han explotado el potencial de algunas áreas y tristemente, han dejado morir el de otras, yéndose allí los sueños de muchos chaqueños y chaqueñas que esperaban esperanzados el porvenir. Es momento ahora de que las nuevas generaciones tomemos la posta y aggiornemos esa visión de progreso al milenio en cual vivimos y que nos demanda sobre todo, eficacia, responsabilidad y rapidez en la ejecución de políticas públicas concretas. No podemos darnos el lujo de fallar, pues nuestro pueblo ha esperado años por esta reparación.

REPENSAR EL CHACO DESDE LA UNIDAD Y LA RENOVACIÓN

Cómo no idear el Chaco que quiero y repensar el Chaco que tengo, si la fórmula que encabeza hoy el espacio al que pertenezco, me pone en frente a dos grandes administradores. Tanto Peche como Azula pasaron por la intendencia de sus respectivas ciudades haciendo historia, sentando bases, forjando presente y futuro de pueblos que se convirtieron con el esfuerzo de los sectores público y privado, en grandes ciudades de la provincia. Cómo no repensar el Chaco, si recibo a diario y con alegría la llamada de jóvenes de todos los departamentos, invitándome a participar de sus respectivos lanzamientos como candidatos, convocándome a acompañarlos en el desafío de ser concejales e incluso intendentes, a sabiendas de la gran mochila que eligen cargar en sus espaldas en pos de la tan aclamada renovación. Cómo no soñar, cuando no necesitan una ley de cupos para llegar, cuando eligen protagonizar desde la prepotencia de trabajo y la militancia de bases, sin descuidar la formación política y profesional.

Pero todo lo a priori mencionado es lisa y llanamente imposible si no existe consenso desde estas bases de las que hablo. Necesitamos el esfuerzo de todos para lograr confluir primero entre correligionarios, luego con nuestros socios, y más temprano que tarde con el pueblo. Los liderazgos se dan por muchas razones; las más fuertes se encuentran en las respuestas a las inquietudes y solicitudes de la gente, y son imposibles de soslayar puesto que su impronta viene dada desde lo popular. Y nosotros somos exactamente eso: el partido por excelencia de las clases populares. Pues bien, debemos entonces tener los gestos de grandeza y humildad que sean necesarios, para ceder espacios y generar otros; para armar estrategias de gobierno que nos permitan volver con planes de acción a futuro y fundamentalmente, para no defraudar ni traicionar a los únicos que realmente pueden ungirnos como candidatos competitivos y dignos de gobernar: la gente.

Como presidente de la Juventud Radical, como militante político de toda la vida pero más que nada como ciudadano chaqueño comprometido con mi tierra, desde mi humilde lugar insto a todos a atrevernos a soñar y a repensar el Chaco de manera conjunta. La sociedad y la historia nos interpelan y nos exigen estar a la altura de las circunstancias y darle a esta provincia un presente y un futuro mejor, lleno de dignidad e igualdad de oportunidades. La profesora Alicia Azula nos ha indicado el camino desde el momento en el cual eligió ceder lo individual y anteponer lo colectivo; reconocer el camino recorrido por el doctor Carim Peche y sumar los esfuerzos propios, dando lugar a una fórmula que ilusiona e invita a militar con ahínco. Los cuadros juveniles están listos para entregar boletas con nombres propios, cargadas de esa renovación de la que hablamos con conocimiento de causa y haciendo lugar a una de las más grandes demandas sociales. La experiencia de la fórmula de gobierno y el coraje de lo nuevo sobre todo desde los concejos deliberantes, son una realidad próxima a verse reflejada en el cierre de listas el 24 de junio. Las mujeres y los jóvenes marcan la agenda, iluminan el sendero, y demuestran el compromiso de sellar esa misma unidad y renovación en cada rincón de la provincia. Los invitamos a todos: pueblo por pueblo, paraje por paraje, casa por casa a llevar el mensaje de que el Chaco puede doler menos, de que se puede estar mejor. Ser serios y estar juntos pero no amontonados es el desafío, porque Chaco Somos Todos.