La reciente confirmación judicial de la condena a Guillermo Moreno por manipulación de datos públicos encendió las alarmas en el entorno del candidato porteño Alejandro Kim, quien responde directamente al exsecretario de Comercio Interior.

En plena recta final de la campaña, la ratificación de la pena por parte de la Cámara Federal de Casación cayó como un baldazo de agua fría en el búnker del espacio “Principios y Valores”. Fuentes cercanas reconocen que el fallo complica la estrategia de diferenciación que Kim intentaba sostener respecto del pasado K, del que Moreno fue una de sus figuras más emblemáticas.

La Cámara Federal de Casación Penal ratificó la condena de tres años de prisión en suspenso y seis años de inhabilitación para ejercer cargos públicos al exsecretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. La sentencia se debe a su responsabilidad en la manipulación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) durante los años 2006 y 2007.

La Sala II del tribunal, con los votos de los jueces Ángela Ledesma y Guillermo Yacobucci, confirmó el fallo emitido por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 2 en septiembre de 2024. Moreno fue hallado culpable de los delitos de abuso de autoridad y destrucción e inutilización de registros públicos.

En el mismo proceso judicial, Beatriz Paglieri, exdirectora del área de Índices de Precios al Consumidor del INDEC, recibió una condena similar. Por otro lado, las ex empleadas del organismo Marcela Filia y María Celeste Cámpora Avellaneda fueron absueltas.

El fiscal federal Diego Luciani, junto a su colega José Ipohorski, había solicitado una pena más severa para Moreno: cuatro años de prisión y diez de inhabilitación, acusándolo además de violación de secretos y falsedad ideológica.

Desde la oposición, ya hay voces que señalan que Kim “representa a una estructura que no cambió en nada” y que su candidatura “es funcional a un modelo que escondía la inflación mientras se empobrecía el país”.

La pregunta que circula ahora en los pasillos de la política porteña es si Alejandro Kim logrará despegarse de su mentor o si la sentencia marcará el principio del fin de su breve carrera electoral.