Una vez mas los argentinos reaccionamos a los eventuales sucesos políticos y económicos, en los diferentes ámbitos de comunicación se han debatido diversas posturas, opiniones y análisis referidos a la volatilidad abismal del tipo de cambio, a la pérdida del poder adquisitivo que ello ocasiono, y a la incertidumbre en el escenario político en lo que respecta a las elecciones presidenciales definitivas en octubre.
Mencionemos ahora para ser mas claros, las posturas en la que se basaron los debates estos últimos días, que claramente se basan en expectativas, que iniciaron al conocerse los resultados de las elecciones primarias abiertas simultaneas y obligatorias del pasado fin de semana. La victoria de la oposición al mando de Alberto Fernández para un sector social fue meramente sorpresiva, para otros fue algo que tenía que ocurrir.
Lo esencial de este resultado fue el efecto que causo en los mercados, y con la idea de no iniciar debate en un ámbito político mencionando a los candidatos, pasare a explicar porque los mercados reaccionan, y porque es sumamente importante prestar atención a su forma de actuar.
Económicamente y me atrevo a decir que socialmente también, el mercado en una definición simple es el lugar físico o no en el que interactúan dos fuerzas, la oferta y la demanda, ambas con necesidades que se satisfacen a través de sus interacciones. Poniendo esta definición en el contexto social de la semana que transcurrimos era de esperarse una repuesta por parte de los oferentes y demandantes en el mercado cambiario y financiero.
Esto se explica a través de la incertidumbre que sufren los distintos agentes que conforman los mercados, si bien a mi parecer subjetivo ambas fuerzas políticas que lideran las elecciones no difieren en una cuestión ideológica como ser el socialismo, ambas presentan medidas económicas y sociales que difieren entre sí y eso es lo que se discute en las elecciones. Pero la factibilidad y confianza que necesitan inversores, operadores del mercado bursátil, empresarios, consumidores y el sector laboral no está siendo ofrecida.
Y acá es donde se generan las tan mencionadas expectativas de, seguimos durante cuatro años más siendo liderados por el oficialismo esperando mejoras estructurales económicas o cambiamos de rumbo en algunas cuestiones y asume el mando la oposición. La realidad es que, ante la vacilación de estas dos opciones y la falta de decisión en materia económica, lo único que podemos esperar es la falta seguridad del mercado, estar sujetos a la volatilidad de la moneda extranjera y estar presentes a una falta de inversiones.
El riesgo país, el índice bursátil Merval, actuando negativamente demuestran que como país estamos en serios problemas económicos y que en cualquier contexto que se presente luego de las elecciones definitivas debemos reclamar como ciudadanos en defensa del sistema representativo que rige nuestro sistema constitucional, respuestas claras y concisas, medidas respaldadas por actos verídicos y no por opiniones ideológicas.
Es también lastimoso las opiniones de políticos estableciendo que precio de tipo de cambio les parece ideal y acertado, demuestra su carácter intervencionista y nada de entendimiento al simple concepto de mercado y del funcionamiento de las fuerzas de la oferta y de la demanda. Al igual que la falta de competencia de los encargados del Banco Central utilizando la tasa de interés de referencia como herramienta “anti volatilidad” y de control de las expectativas inflacionarias, siendo ya en este momento insuficiente, ya que el sector más pesimista o realista estima un nivel de inflación del 50% anual o más. Por ende estos días son claves, para comprender que es lo que debemos demandar como sociedad al sector político.
- Estudiante de la carrera de Contador Público en la Universidad Nacional del Nordeste.
- Panelista en el ámbito económico y político en el programa “Desafíos” y como estudiante, teniendo en cuenta mi ideología política, participo de la organización de Estudiantes por la Libertad.
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