Transiciones, cambios… ¿Crisis?

El pasado día Domingo, los argentinos participamos en el acto democrático de elegir a nuestras figuras políticas, a nuestros representantes. Seis distintas opciones se manifestaron en diferencias ideológicas, políticas y económicas, permitiéndonos insertar en las urnas el voto que mejor nos represente.

Pero la historia Argentina tiene antecedentes, entre ellos la lucha por llegar al poder entre el peronismo y la oposición, por ende en estas elecciones la cuestión trascendía entre mantener un modelo económico gradualista, con errores y aciertos inserto en una crisis económica del actual presidente Mauricio Macri; y entre una “nueva opción” ligada a la cara del peronismo popular liderado por la ex mandataria Cristina Fernández de Kirchner proponiendo como presidente a Alberto Fernández


Innegable es que la situación económica y social que atraviesa el país hace ya un año es insostenible, y está ligada a medidas económicas que confunden la verdadera esencia de Cambiemos, cepo cambiario, control de capitales, precios esenciales, presión tributaria, y cómo la gota que rebalsó el vaso, el préstamo con el Fondo Monetario Internacional mal invertido. Todas estas cuestiones de gran importancia llevaron al 48,1% de la población argentina a elegir como figura política a Alberto Fernández y compañía.


Y con esto dicho, comenzamos en esta semana el periodo de transición con el objetivo de “calmar la incertidumbre”.


¿Podemos los argentinos estar calmos?
Claramente la proporción del 48,1% social respira ahora efímeros aires de tranquilidad, a las expectativas de mejora de la capacidad adquisitiva, mejora en el mercado laboral, ayudas sociales, disminución de precios, calma cambiaria, es decir pretende todo lo propuesto en campaña.
Sin embargo hay una realidad, hay datos, hay evidencias empíricas y sin lugar a dudas hay una crisis tendiente para algunos renombrados economistas a un fenómeno hiperinflacionario.


Para finalizar la jornada democrática, el presidente del Banco Central anunció un cepo reforzado proponiéndolo como transitorio y estricto, y anuló el feriado cambiario que se esperaba para el día lunes, ya que días previos a las elecciones hubo una corrida cambiaria significante en base a una demanda de carácter especulativo y lo que se procura es cuidar las reservar de divisas, ofrecerles a los bancos tiempo para adaptar sus sistemas y permitir al mercado operar más “equilibrado” castigando claramente al atesoramiento de divisas, es decir el ahorro, por ende por el momento carecemos de la posibilidad de buscar un depósito de valor, ya que como sabemos el peso argentino perdió enormemente esa capacidad.


El dólar en su mercado paralelo fluctuó como era de esperarse generando expectativas y ansiedad, y en la operatoria de contado con liquidación es lo que más variación se pudo observar llegando a superar los $80.
Desde un punto de apreciación se puede apreciar esto como un intento de salida ordenada del actual presidente, atenuando la compra de divisas y dejando las generadas por el superávit comercial en reservas, aunque para algunos se utilizó los mismos como especulativos con los resultados eleccionarios.


En este periodo de transición también se suma el aumento de la canasta básica, es decir mantenernos en la misma ruta inflacionaria que el mes de septiembre como una latente preocupación, en base a esto grandes condenas de supermercados establecieron congelar precios hasta que sea sostenible para ellos tratando de posibilitar a las personas una menor pérdida de poder adquisitivo.


El sector externo en materia de mercado de valores también manifestó su accionar, mejorando su performance luego de las Paso, en esta oportunidad bonos y acciones operaron a la baja pero con índices mucho menores en niveles de caída,manifestando tal vez el fin de la incertidumbre política, la disminución de la racha entre Macri y Fernández.


Por último y menos importante, estamos en vilo a lo que puede llegar a suceder en tema de deuda externa, durante los debates y sucesivas entrevistas el electo presidente manifestó la necesidad de buscar la reestructuración de la deuda, cuyo monto e intereses resultan impagables por el momento con las reservas apuntando hacia la baja, y así poder evitar un default.


Todos estos puntos, mercado cambiario, inflación, canasta básica de alimentos, mercados de valores y deudas externas entre otras cuestiones como déficit fiscal y producción son extremadamente claves a definir y a concretar en el rumbo correcto para poder ser optimistas en el transcurso del tiempo, desde un punto subjetivo tengo como expectativas un rumbo objetivo y claro dejando de lado cuestiones ideológicas atadas al peronismo, como, populismo, demagogia, carácter intervencionista y ser cerrados ante el mundo, muy importantes son también las decisiones que se pueden adoptar en torno al campo, es decir a nuestro principal sector exportador para generar ingresos de divisas genuinas y así poder observar un crecimiento de la economía favorable.

Andrea Marcon
Últimos artículos de Andrea Marcon (Ver todos)

Importancia del petróleo saudí en la economía global

Si bien es muy cierto que la tendencia global es a “descarbonizar” y “desfosilizar” la economía, utilizando y promocionando nuevas […]

El programa del gobierno se llama inflación

Los más críticos dicen que no existe plan alguno y desde el oficialismo dan a entender que no pueden mostrar […]

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *