Celebrando el acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur, no debemos dejar de lado los comienzos de la defensa del libre comercio que ha sido planteado innumerablemente por varios pensadores en materia económica, entre ellos David Ricardo, planteando la teoría de las Ventajas Comparativas en análisis con la teoría de las Ventajas Absolutas que presento Adam Smith. Espacios temporales totalmente alejados del presente, pero sin embargo en un momento donde la globalización todavía no era un hecho, se planteaba que cada país, que cada región se especializa en la producción y comercialización de aquellos productos que suponían un costo relativo menor al resto de los que quisiesen basarse en la comercialización del mismo producto.
Por ende, abandonando los criterios del proteccionismo, sobre todo en nuestro país y en los demás integrantes del Mercosur se llevo a cabo la negociación para la firma de un acuerdo de Asociación Estratégica con la Unión Europea. Implicando la integración de mercados posibilitando el comercio bilateral de bienes y servicios.
Brevemente los principales puntos en que se basa el acuerdo son, eliminación recíproca de aranceles sobre productos de ambos bloques, protección de denominaciones geográficas, medidas temporales a las importaciones, competencia en mercados públicos permitiendo a empresas extranjeras participar en las licitaciones de obras públicas, obligación de implementar fundamentos de la Organización Internacional del Trabajo y el derecho al convenio colectivo, protección de la propiedad intelectual, fomento del comercio electrónico, uso de estándares internacionales para mejorar el acceso a los mercados por las partes
Ante estos principales pilares, cabe hacer énfasis en el simple interrogante que los argentinos nos estamos haciendo, ¿Será beneficioso o solo expondremos al mundo los problemas que tenemos? Claro está que Argentina firmando el acuerdo no soluciona las dificultades que hemos estado afrontando durante décadas, pero si se lo puede considerar un paso a la mejora, ofreciendo grandes beneficios para nuestros mercados de mayor competencia, incluso sobre el sector productivo emergente, las Pymes. También nos lleva a considerar un aumento en las inversiones extranjeras gracias a la previsibilidad que obtendrían los agentes económicos internos y externos e incluso un punto fundamental, la balanza comercial presentaría un progreso positivo, podríamos aumentar las importaciones de tecnologías que nos permitan disminuir costos y crecimiento de la producción con un mayor valor agregado y en sintonía con todos estos puntos netamente favorables, mayor competitividad.
La cuestión en nuestro país, en simples palabras es la esfera política, el Acuerdo bilateral traerá muchos beneficios a nuestras empresas, industrias y claramente a los habitantes, pero antes de poner en marcha lo pactado hay que aplicar reformas en materia laboral, GRANDES cambios en lo tributario y claramente una mejora en el sector financiero, siendo el principal problema la altísima tasa de interés de referencia, bajar el nivel de inflación, ya que claramente al llevar a cabo la firma del acuerdo asumimos compromisos que debemos realizar adecuadamente y no transformar esto en otro problema a resolver, teniendo en mente las elecciones presidenciales que van a tener lugar este año seria lo ideal que pregone el sentido común a lo ideológico en caso de que gane un partido distinto al oficialismo.
Para concluir y en defensa del libre comercio, celebro la voluntad de ambos bloques en arribar en puntos que fomentan la globalización y tratan de frenar el proteccionismo que mas que soluciones han acarreado grandes problemas.
- Estudiante de la carrera de Contador Público en la Universidad Nacional del Nordeste.
- Panelista en el ámbito económico y político en el programa “Desafíos” y como estudiante, teniendo en cuenta mi ideología política, participo de la organización de Estudiantes por la Libertad.
- ¿Esperar las inversiones o invertir? - 4 de mayo, 2020
- Transiciones, cambios… ¿Crisis? - 30 de octubre, 2019
- Control de Capitales ¿Resultará? - 4 de septiembre, 2019
