Con una ola de cierres de cursos el gobierno provincial vulnera el derecho a la educación de miles de jóvenes y deja sin trabajo a docentes.
A lo largo de esta semana docentes y alumnos de la provincia de Córdoba se enteraron de buenas a primeras que se cerraban sus cursos. Sin hacer pública la medida el Ministerio de Educación a través de sus inspectores la hizo efectiva argumentando bajas en la matrícula.
Otra vez vemos cómo el gobierno toma medidas que atacan los derechos de estudiantes y trabajadores de manera unilateral. El hecho de que no haya habido ninguna instancia de participación de la comunidad educativa para expresar la situación de las escuelas ni para buscar soluciones alternativas demuestra que esta decisión lejos de proponer una mejora pedagógica forma parte del plan de ataque que desde el gobierno nacional se hace a la educación y en el que está acompañado por los gobernadores.
Docentes D-Base para LID conversó con algunos de los profesores afectados y esto es lo que nos contaron:
Gustavo, profesor del IPEM 3, contó: “Nos informaron hace tres días que estudiantes del curso que cierra se incorporan al otro primer año pero no hay espacio suficiente, tenemos aulas muy chicas donde las y los estudiantes están hacinados agravando las condiciones de quienes trabajamos allí y también las condiciones para el aprendizaje. (…) Genera bronca obviamente ya que el gobierno de Córdoba dice defender la educación, cuando ajusta a la docencia, somos muchos docentes que no llegamos a fin de mes, como así también las familias de nuestros alumnos. Nos hablan de una educación situada de calidad, cuando desconocen la realidad de las escuelas de Córdoba, mientras los edificios se nos caen, nos cierran cursos, nos ajustan, nos precarizan.”
Ana docente del IPEM 174 nos comenta: “ El lunes 21 cerraron el 1°C Los estudiantes fueron divididos arbitrariamente entre los otros dos primeros años, quedando con dos cursos de 30 alumnos en aulas pequeñas. A esta situación hay que sumarle que tenemos estudiantes con dificultades de aprendizaje que ni siquiera están diagnosticados, una de ellas no sabe leer, por ejemplo. ¿Cómo se puede acompañar los muchos muchos trayectos que hay en el aula? Ésa no es una “escuela posible (…) con las delegadas acordamos realizar una asamblea para hablar sobre las medidas de fuerza a llevar adelante.”
En el IPEM 42 el profesor Esteban nos cuenta que se enteraron por comentarios entre colegas del cierre de un curso “Se hicieron charlas informativas, semaforeadas y nos contactamos con profesores de otros colegios (…) siento impunidad absoluta”.
Mientras tanto a la profesora María del IPEM 13 la sacaron del curso mientras daba clase: “Se sabía que lo querían cerrar pero no me avisaron cuando se haría; entraron en medio de la clase y me sacaron, deberían haber esperado que termine mi hora”.
Una profesora del IPEM 152 se enteró mediante una alumna y posteriormente por un mensaje de whatsapp de dirección, además está siendo apurada a presentar su documentación actualizada donde conste el cambio de situación, de un viernes al lunes.
Falta de matrícula: ¿Dónde están los estudiantes de Córdoba?
Según el ministerio se considera falta de matrícula cuando los cursos tienen menos de 15 estudiantes. Aquí cabe preguntarse ¿Qué pasa con los otros 14 estudiantes? ¿Son niños/as y jóvenes con derecho a la educación o sólo números para llenar estadísticas? ¿Por qué hay cursos con menos alumnos? ¿ Es que los jóvenes cordobeses desaparecieron o hay condiciones sociales que agudizan la precariedad y el desgranamiento escolar?
En un país donde el más del 60% de los niños y adolescentes son pobres las posibilidades de las familias de que sus hijos continúen y terminen la escuela son muchas veces una quimera.
Pablo, docente y delegado gremial del IPEM N°11, expresa “La medida afecta a los estudiantes que asisten a nuestra institución en el turno noche(…) trabajan todo el día o son los padres los que salen a trabajar y ellos se quedan a cuidar de sus hermanos”.
Mientras tanto los alumnos de los cursos cerrados son incorporados a aulas superpobladas lo que repercute en baja calidad del aprendizaje y docentes más precarizados.
