Si algo dejó en evidencia la apertura del 143º período de sesiones ordinarias del Congreso de la Nación fue que el discurso presidencial quedó eclipsado por los acontecimientos políticos que lo rodearon. En los últimos días, Pipo Gorosito utilizó la expresión “Biri Biri” para referirse a lo que considera una exageración mediática de ciertos relatos en el fútbol. Algo similar ocurrió en la Asamblea Legislativa: más que la sustancia del discurso de Milei, lo que acaparó la agenda pública fueron los gestos, tensiones y cruces que se generaron antes, durante y después de su intervención.
A continuación, repaso los puntos más relevantes que nos dejó esta jornada política.
Omisión del saludo protocolar entre el Presidente y la Vicepresidenta
Al inicio de la sesión, la transmisión oficial evitó mostrar el saludo entre Javier Milei y Victoria Villarruel. En su lugar, se emitieron imágenes del exterior del Congreso, generando especulaciones sobre la relación entre ambos. Este detalle no es menor: la invisibilización de un gesto institucional básico puede leerse como una señal de distanciamiento dentro del oficialismo.
Anuncios importantes del discurso presidencial
A modo de pasos a seguir como agenda de Gobierno, el Presidente marcó el camino a seguir y aquí van los temas más destacados:
– Acuerdo con el FMI: Planteó la necesidad de estabilizar el Banco Central y eliminar restricciones cambiarias, solicitando el respaldo del Congreso.
– Reforma impositiva estructural: Propuesta para reducir la carga fiscal y promover la inversión.
– Posible salida del Mercosur: Milei argumentó que el bloque solo benefició a empresarios brasileños y que Argentina debería priorizar acuerdos bilaterales con EE.UU.
– Reforma del Código Penal: Anunció una de las modificaciones más importantes en un siglo, endureciendo penas y reestructurando normativas.
Desafío a la clase política para implementar las reformas
Milei no solo presentó propuestas, sino que también desafió a la clase política a acompañarlas. Su mensaje fue claro: los legisladores tienen la oportunidad de sumarse a su proyecto de transformación o quedar en la vereda opuesta.
Sin embargo, este tipo de retórica, aunque busca marcar autoridad y liderazgo, también profundiza la polarización. En un contexto donde el oficialismo no cuenta con mayoría parlamentaria, desafiar en lugar de construir consensos le podría resultar contraproducente. No hay transformación posible sin acuerdos, y tensionar aún más el escenario político puede ser un riesgo para la propia gobernabilidad. Pero ojo, a esto se suma un factor no menor: estamos en año electoral y cada movimiento tiene una segunda lectura.
Tenso cruce con el Diputado Facundo Manes
El enfrentamiento verbal entre Milei y Manes durante la sesión fue uno de los puntos más críticos. La escena fue clara: el diputado radical levantó un ejemplar de la Constitución en protesta por los nombramientos de jueces por decreto, a lo que Milei respondió con su ya viralizado “Leéla, Manes, te va a hacer bien”.
Lejos de ser una simple chicana parlamentaria, este episodio refleja la creciente tensión entre el oficialismo y sectores de la oposición respecto a la independencia del Poder Judicial y la legalidad de ciertos mecanismos del Ejecutivo.
Un chispazo que no sólo quedaría ahí sino que también sumaría a otro protagonista en la disputa… pero dejémoslo para más adelante.
Reacciones en redes sociales
Las redes sociales reflejaron una baja en el interés por la Asamblea Legislativa en comparación con 2024. Según Monitor Digital:
– Las menciones cayeron un 51%.
– Las publicaciones en medios sobre el discurso disminuyeron un 60%.
– El sentimiento de la conversación digital pasó de “malo” en 2024 a “pésimo” en 2025.
En lugar de debatir sobre las propuestas presidenciales, la conversación digital giró en torno a las disputas políticas. La atención se centró más en Manes y Santiago Caputo que en las reformas anunciadas por Milei.
Disputa entre Facundo Manes y Santiago Caputo
El enfrentamiento entre el diputado Manes y el asesor presidencial Santiago Caputo en los pasillos del Congreso marcó el post-evento. Manes denunció haber sido amenazado y agredido físicamente por un colaborador de Caputo, lo que desató una ola de condenas políticas.
Este episodio refuerza la imagen de un escenario político convulsionado, donde la violencia simbólica y verbal empieza a escalar a niveles físicos. La pregunta que queda es: ¿hasta qué punto esta dinámica puede terminar afectando la gobernabilidad?
“No te apures” y los gestos de distanciamiento con Villarruel
Cuando Milei estaba cerrando su intervención, Victoria Villarruel intentó dar por finalizada la sesión. La respuesta del presidente fue inmediata: “No terminé, no te apures”.
Más allá de la frase, hay otros elementos visuales que refuerzan la narrativa de distanciamiento entre ambos:
– En 2024, el plano de cámara incluía a Villarruel junto a Milei, reforzando institucionalidad y unidad.
– En 2025, la imagen fue ajustada para que solo Milei quedara en cuadro, recortando a la vicepresidenta.
– El Senado subió imágenes a su cuenta de X donde Villarruel aparece enfocada y Milei desenfocado.

2024
Estos detalles no son casualidad y parecen responder a una estrategia que expone una relación de poder en redefinición.

2025
Un discurso eclipsado por un hecho desapacible
La atención mediática y la conversación digital se centraron en la disputa entre Manes y Caputo, relegando a un segundo plano los contenidos del discurso presidencial. Este incidente acaparó titulares y debates en redes y medios de comunicación, opacando los anuncios y propuestas presentadas por Milei. La falta de manejo adecuado de la situación por parte del equipo presidencial contribuyó a desviar el foco de la agenda gubernamental y que tuvo su efecto rebote en la agenda social.
Manes y Santiago Caputo fueron 1° y 2°, respectivamente, TT en Twitter en las primeras horas posteriores a la finalización de la Asamblea Legislativa.
Manes, al ring

El enfrentamiento público entre Javier Milei Facundo Manes ha reposicionado a este último en el escenario político. Hasta entonces, Cristina Fernández de Kirchner era la principal referente opositora. Sin embargo, al confrontar directamente a Manes, Milei lo ha proyectado como una nueva cara visible de la oposición, brindándole una oportunidad para consolidarse como líder opositor y ampliar su influencia política.
Un cierre con más sombras que certezas
La Asamblea Legislativa dejó más interrogantes que certezas. Si bien Milei delineó su agenda de reformas, los hechos colaterales terminaron opacando su mensaje.
El oficialismo enfrenta dos grandes desafíos:
– El desgaste de su imagen pública: La caída de interés en su discurso y el aumento del sentimiento negativo en redes muestran que la narrativa del gobierno ya no genera el mismo impacto que en 2024.
– La falta de articulación política: Tensionar constantemente el escenario parlamentario puede terminar frenando sus propias reformas. La confrontación permanente genera ruido, pero no necesariamente resultados. ¿Es estratégico?
El “Biri Biri” de la Asamblea Legislativa fue evidente: el foco estuvo en los gestos, las peleas y las omisiones. En política, lo simbólico pesa tanto como lo discursivo, y en esta jornada lo que quedó marcado no fueron las reformas, sino las grietas internas y las disputas de poder.
A medida que el año avanza, Milei deberá decidir si sigue apostando a la polarización como motor de su proyecto o si empieza a construir una base política más sólida. Lo que está en juego no es solo la aprobación de sus reformas, sino la propia sostenibilidad de su gobierno y, claramente, las miras están puestas en Octubre donde el oficialismo buscará mejorar su performance en el Congreso de la Nación sumando bancas en lo que será una nueva trastienda electoral en nuestro país.
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